El Universo J. C. Chandor tiene una entidad propia que, junto con algunas secuencias de acción ágiles, hace que sea bastante más divertida de lo que los detractores quieren hacer creer.

El personaje de Kraven es un enemigo de Spider-Man de los cómics -y al que muchos también recordarán por la serie de animación que se emitió en nuestro país a mediados de los 90- que tiene afinidad por los estampados 'animal print' y resulta tan encantador que es más un antihéroe que un supervillano. Steve Ditko en esta película, que es una historia de orígenes muy parecida a la de El Hombre Araña: un chico tiene una experiencia cercana a la muerte con un animal y, a través de una transferencia mística e inexplicable, recibe cualidades específicas de ese animal que conforman sus superpoderes.

Pese, aunque Taylor-Johnson posee cualidades para encarnar a este personaje amenazador y temible, y J.C. Chandor es un buen director que me impresionó y mejoró sus dotes de acción en la infravalorada "La acción es de locos": 'Kraven the Hunter' necesitaba una calificación solo para adultos para hacer justicia al personaje
El filme arranca en Rusia, donde el Kraven de Taylor-Johnson forma parte de un grupo de prisioneros que son trasladados a un remoto complejo ártico. Informa a su amenazador compañero de celda que saldrá de allí en menos de tres días. Y así es. Kraven se infiltra en la celda de un conocido delincuente y lo asesina con un colmillo de tigre dientes de sable en la nuca antes de saltar fuera de los muros de la prisión. Una vez que escapa, en un avión que le está esperando, Kraven se arranca la camisa empapada de sudor, obligando al público a apreciar todo el trabajo físico que se ha invertido en el personaje. Puede que el guion sea un poco desastre, pero Taylor-Johnson se ha tomado el papel muy seriamente.
A partir de ahí, la película salta en el tiempo a un 'flashback' del pasado: una típica historia de orígenes. El joven Sergei Kravinoff (Russell Crowe). Su madre acaba de morir a causa de un suicidio, y los hijos se enteran de la manera mñas fría sposible. Durante una cacería de leones en África, Sergei, es mutilado casi hasta la muerte por un legendario león de la selva, pero se salva milagrosamente gracias a una poción vudú que le da una chica local llamada Calipso, que recibió el elixir de su abuela. Sin comprender del todo lo que le ha ocurrido, pero dándose cuenta de que algo no va bien y de que sus poderes están creciendo, el joven Sergei huye de casa, dejando al más inocente y sensible Dimitri viviendo bajo la bota de su implacable padre. Ahí comienza a forjarse la leyenda de Kraven, el cazador y sus temibles habilidades.

Podríamos estar ante el John Wick de Marvel, pero la estructura y el montaje son tan extraños que parece que parece que se quedaron cosas en la sala de montaje, aunque no eran realmente necesarios en mi opinión. El austero CGI -especialmente en los animales- y los evidentes insertos de pantalla verde también muestran las costuras de este proyecto. Hay cierto placer en ver a Taylor-Johnson lidiar con un monovolumen a toda velocidad o hacer 'parkour' por Londres, y tiene el carisma suficiente para sostener el proyecto. Te reirás a carcajadas cuando al final de la película se ponga su chaleco con cuello de piel, del mismo modo que la Madame Web revela su imagen al final de su película. Pero aparte del humor -obviamente involuntario- la calidad de Kraven el cazador se queda en un aprobado raspado, y es que es una película para ver sin ningún tipo de pretensiones y desconectar el cerebro.