Antes del verano pasado, The Monkey.

La película comienza a finales de los años 90, cuando los hermanos gemelos Hal y Bill Shelborn (ambos interpretados por Colin O'Brien), que ahora es un adolescente y siente cada vez más curiosidad por su familia paterna. Cuando otro extraño accidente acaba con la vida de su tía, Hal sabe que su mayor pesadilla ha regresado.

Como bien cuenta la madre en una escena de la película a los gemelos: “Todo el mundo muere, y así es la vida”, es una cita que resume la inevitable brutalidad de nuestra existencia y también es una sentencia en torno a la que gira esta demencial comedia de terror sobre la crueldad del mundo. Uno al verla no puede evitar compararla con la saga Destino final, pero esa franquicia siempre deja una ventana a la esperanza,, con personajes que se esforzaban y a menudo encontraban una forma de engañar a la muerte. En The Monkey no hay trampas posibles y su mala baba y dosis de gore descontrolado recuerdan al "La experiencia de terror más divertida de este año": tres genios del género se unen en 'The Monkey'
Tras ver los tráilers, no había duda que estábamos ante un producto por el que rebosaban litros de sangre, y la verdad que The Monkey no defrauda en este sentido. Perkins da al espectador motivos para reír con muertes de lo más gore y descabelladas. Aquí el cineasta apuesta por secuencias de asesinatos más grandes, momentos delirantes y un villano principal que no es tan ruidoso como el desquiciado Nicolas Cage de Longlegs, pero que se va a convertir sin duda en un icono del género. Dicho esto, hay que recalcar que la película tiene un pequeño descenso de ritmo en su tramo final (algo que suele ocurrir en la mayoría de trabajos del cineasta y ya no resulta novedad), y se pierde un poco en su propia locura: tratando de meter algunas disertaciones que no aportan mucho -sobre la familia y las generaciones pasadas- que ralentizan las vibraciones divertidas que su autor estaba apuntando hasta entonces. Aunque sin duda es de agradecer este soplo de aire fresco, después de los trabajos más sombríos del director, donde se adentra en el territorio del ‘splatter’.

En resumidas cuentas, The Monkey contiene algunas de las imágenes más impactantes de la carrera de su director perfectamente ensambladas por los montadoresGreg Ng (que también editaron Longlegs). Un filme que además con sus 98 minutos de duración se aleja de otros productos de género actuales, y da la sensación de que se opone a la cultura “explicativa” del terror elevado. Como si el cineasta quisiera librarse de la etiqueta que le pusieron en sus primeros trabajos con esta comedia negra sobre la crueldad aleatoria del mundo. A veces, incluso la muerte necesita una buena cantidad de humor de lo más bestia.