A lo largo de sus más de 50 años como director, Salvar al Soldado Ryan, la película bélica que Spielberg estrenó en 1998 y que se considera una de las películas de guerra más realistas jamás producidas.
Con un 94% de críticas positivas según el agregador de críticas Rotten Tomatoes, el filme protagonizado por Tom Sizemore, entre otros, es el cuarto mejor valorado del cineasta y también uno de los más taquilleros, con 482 millones de dólares recaudados.

Sin embargo, para que Salvar al Soldado Ryan terminase siendo una de las mejores películas del género y lo siga siendo a día de hoy, Spielberg tuvo que emplearse a fondo y estirar lo máximo que pudo el presupuesto de unos 60-70 millones de dólares con el que contaba. De hecho, para que no se elevase demasiado, tanto el director como Hanks, también productor de la película, accedieron a recibir salarios muy bajos a cambio de un alto porcentaje de las ganancias brutas, lo que sin duda no fue una mala decisión.
Absolutamente entregado a la historia y fan reconocido no solo del género, sino de las historias sobre la Segunda Guerra Mundial, Spielberg tuvo claro desde el principio que en su película quería realismo que pudiera servir como homenaje, y no ser una superproducción más de Hollywood sobre el conflicto. Para ello, escuchó los testimonios de veteranos de la IIGM e introdujo un gran número de detalles que le ayudasen a transmitir al espectador el absoluto infierno que vivieron los soldados que fueron parte de la batalla de Normandía, uno de los episodios clave del conflicto bélico y contexto histórico de la trama de la película.
Además de los testimonios reales, el director organizó un quedado impactados con el realismo de las imágenes que habían visto.
Omaha Beach, una escena inolvidable del cine 423c2b
Para una de las escenas clave y más impactantes de la película, la batalla de Omaha Beach, el equipo tuvo que poner toda la carne en el asador. El rodaje se llevó a cabo durante cuatro semanas y costó más de 11 millones de dólares, un 20% del presupuesto total de la película. Además, para ello fueron necesarios más de 1.000 extras, que se sumaron al equipo necesario de unas 500 personas.
"La llegada de las tropas estadounidenses a la playa de Omaha es representada como una verdadera masacre con toda su crudeza y violencia. Decenas de soldados mueren incluso antes de haber podido pisar la playa y Spielberg lo filma con la contundencia de un reportaje periodístico", reza la crítica de SensaCine sobre la película en referencia a la escena.
Un auténtico despliegue destinado a conseguir lo que fue: una escena realmente perfecta.