
Quinto vídeo de las aventuras de Alejandro G. Calvo en Cannes, viendo películas a horas intempestivas, subiendo y bajando escaleras, grabando a pesar de los ruidos y bebiendo Campari. Entre pase y pase y crítica y crítica, G. Calvo nos deja algunas anécdotas del festival, como que existe un 'Cannes' cut' que no es el montaje que decide ni el director ni el productor, sino la propia organización del certamen que pide a sus creadores que se adapten a sus exigencias. Escucha de la boca de uno de los afectados por esta directriz.
Dicho esto. Wes Anderson. Aquí va la crítica de G. Calvo sobre lo nuevo del director de Houston.
No es la primera vez que Anderson estrena en Cannes, ya lo hizo con Asteroid City, por ejemplo, que vio la luz en esta ciudad sa en 2023. Ahora llega con un nuevo largometraje que, si conocéis el cine del estadounidense, sabréis que es del mismo estilo que el resto de su filmografía pero con acontecimientos diferentes.
Yo, en este grado de madurez en el que estoy, en el que está Wes Anderson a sus 56 años, me sentí super contento viendo la película. Estás en un terreno reconocible que dices: 'ya está, me gusta'. Obviamente, te tiene que gustar Wes Anderson. Si no, estás fastidiado
La cinta se centra en un magnate que, después de muchos intentos de asesinato hacia su persona, decide elegir a un heredero de entre sus 10 hijos y se decanta por la que es monja. Mientras tanto, Zsa-zsa Korda -así se llama el millonario- tiene un último proyecto que quiere hacer antes de morir y debe pedir a sus inversores que metan dinero. "Es una 'road movie' en la que vamos teniendo distintas, casi os diría, diapositivas, con este afán de Anderson de miniaturizar los planos", dice el crítico, "todo lo que aparece en el plano está controladísimo".
"Aquí nunca hay espacio para la improvisación. Todo está tremendamente controlado y, sin embargo, sus películas respiran de una forma sorprendente y deliciosa. Porque al final sus historias también son historias muy bonitas. Son historias teñidas de melancolía dentro de la comedia", continúa.
Con ese impacto de diálogos ingeniosos, actores inexpresivos y contrarréplicas punzantes da pie a momentos divertidos, además de que la propia trama también presenta momentos de giro muy chulos
Una de las grandes bazas que tiene siempre el director es que es capaz de juntar a un impresionante número de estrellas en una misma película. En esta aparecen Charlotte Gainsbourg. Solo él consigue que todos estos actores acepten trabajar en un papel más que secundario rodeados de otras figuras que les pueden eclipsar. "Yo creo es un caso prácticamente único en la historia del cine. Alguien que trabaja con 30 estrellas de Hollywood al mismo tiempo en cada película", señala.
Conclusión final: es una más en la filmografía de Wes Anderson, pero eso no tiene por qué ser malo. "No creo que sea peor que las anteriores. Ni que vaya a ser mejor que las posteriores. Lo que me quiero decir es que son siempre iguales. Pero, dentro de ese modelo de directores que siempre están haciendo más o menos la misma película a mí Wes Anderson me sigue funcionando", concluye.