Germán ha tenido un pasado difícil. Las drogas, el alcohol, la fiesta y las malas compañías han convertido su vida en un mundo del que es muy complicado salir. Tras tocar fondo y cuando se ha alejado de sus adicciones, encuentra trabajo como conductor para una red de clubes de alterne en la Costa del Sol.

Su labor es sencilla, pero no hace falta ser muy listo para saber lo peligroso de ese universo. Claro que, cuando estás ahogado por las deudas, uno se agarra a lo que sea. En este trabajo de taxista, Germán recibe órdenes de Cacho, un amigo del pasado que está vinculado a la mafia local. Cuando descubre una furgoneta llena de dinero, decide robarla y así escapar de una vez por todas.
La cruel historia de Germán es la que cuenta Ioana Bugarin son los que consiguen, con sus interpretaciones, dar potencial a una película que abandona al espectador en cuanto aparecen los títulos de crédito finales.

El de Bugarin es el personaje más fascinante: una mujer prostituida que se rebela siempre que puede y busca escapar del mundo en el que está obligada a vivir. Dentro de su agotamiento y frustración, siempre hay un rayo de valentía y esperanza. Con ella empieza y acaba esta historia que es, en el fondo, de gente que intenta salvarse, pero está condenada a no hacerlo.
También encajan muy bien las interpretaciones de Lorente y Casamajor. Son un contraste de cómo podría ser el otro de haber tomado un camino diferente en cierto momento de su existencia. Germán quiere escapar, pero Cacho no. Para qué, si casi todo está a su favor: hay dinero, drogas y alcohol, y solo tiene que seguir las órdenes y las reglas del mundo criminal para sobrevivir.
Hamburgo, pese a la relevancia de su tema, languidece una vez que el mundo de Germán y los personajes están asentados. Hay un inicio potente y hay protagonistas interesantes, pero la historia se queda sin fuerza y transcurre plana. Choca bastante esto último cuando hay elementos perfectos para crear tensión e impacto. La sentencia sobre el destino de Germán se adivina tan pronto que no hace falta dudar sobre cómo va a terminar todo esto.