Acostumbrado a llevar a cabo sus propias acrobacias, Misión Imposible: Sentencia final, que en apenas un par de semanas en taquilla ya ha recaudado más de 350 millones de dólares en todo el mundo. En ella Cruise, ha corrido, saltado y realizado todo tipo de virguerías, pero el momento clave de la película de acción es una secuencia de más de 12 minutos de duración en la que Ethan Hunt se sube al tren de aterrizaje de una pequeña aeronave y luego salta a otro avión en pleno vuelo para protagonizar una escena de lucha.
Sin embargo, entre la caja de sorpresas que puede ser Tom Cruise no solo hay acrobacias varias a cada cual más loca, sino el hecho de que el actor puede escribirse a sí mismo una escena a su medida y conseguir que sea una fantasía. Como mínimo lo consiguió una vez, en 1999, con la película Paul Thomas Anderson por la que sería nominado al Oscar por tercera y última vez.

La escena en cuestión es nada más y nada menos que el monólogo estrella de la película, uno de los mejores de la historia y que le hizo brillar por completo.
Aquel año el Oscar iría parar a manos de Michael Caine, pero es innegable que Cruise brindó una de sus mejores interpretaciones en aquella película. Lo que no es tan popular es el detalle de que el guion original no estaba escrito tan y como lo vimos en la película, sino que fue él quien lo acabó reescribiendo tras convencer a Paul Thomas Anderson, el director, de la visión que tenía para su personaje.
La anécdota la ha compartido el propio actor en un encuentro Edith Bowman para BFI Southbank en el que ha hablado tanto con sobre la última entrega de la franquicia de acción como de su carrera en general.
"El monólogo completo no estaba ahí al principio. Eso no estaba. Había un par de frases", recuerda Cruise. "Y recuerdo que me preocupaba que alguien me dijera: 'Oh, quiero que te pongas esto'. Le dije: 'Vale, Paul, lo tengo, lo tengo, lo tengo, lo tengo. Mira, ven a mi casa. Vamos a hacer las pruebas de vestuario'. Y recuerdo que me quería con camisas Izod y caqui".
Pero en realidad Cruise la había llevado a su terreno para contarle lo que había pensado para su personaje y lo tenía todo preparado:
Le dije: 'No creo que sea este tipo. Déjame mostrarte mi intuición'. Así que creé todo ese personaje. En mi sala de proyección, lo tenía y le dije: 'Siéntate aquí mismo en mi sala'. Y lo iluminé, tenía toda la música y básicamente escribí el monólogo inicial, mi versión
"Le dije: 'Déjame mostrarte lo que voy a hacer'. Y él estaba, literalmente, sentado aquí mismo. Y tenía un escenario y lo había iluminado. Mientras lo hacía, podía ver su cara. Dijo: '¿Qué demonios?'", rememora divertido. "No sé, este es Mackey para mí".
A partir de ahí escribieron el monólogo construyeron al personaje, algo que, por sus palabras no parece la primera vez que hace_ "Investigo cosas. Lo hago. Pero sí, creo personajes así".