El General Jarjayes, desesperado por tener un hijo que heredara su apellido y mantuviera el prestigio de su linaje noble, toma una decisión inusual: al nacer su hija, decide llamarla Oscar y criarla como si fuera un varón. Esta determinación, más allá de ser un acto de obstinación, refleja el peso de las expectativas sociales y el rígido sistema de clases de la Francia del siglo XVIII.
Catorce años después, Oscar se ha convertido en una joven extraordinaria. Entrenada como un soldado, es una duelista implacable, una tiradora de élite y posee una inteligencia y sentido del deber que superan incluso a muchos de sus compañeros varones. Gracias a su habilidad, disciplina y carácter, recibe un nombramiento de gran prestigio: Comandante de la Guardia Real de Francia.
Su primera misión es proteger a una figura central en la historia de Europa: la joven archiduquesa María Antonieta de Austria, prometida en matrimonio al delfín de Francia, Luis-Augusto, futuro rey Luis XVI. La tarea de Oscar no solo implicará salvaguardar la seguridad de la futura reina, sino también navegar los peligrosos juegos de poder, las intrigas cortesanas y los vientos de cambio que comienzan a soplar en una Francia al borde de la revolución.