Últimas opiniones sobre Conclave 6i2p4f

La ganadora del Óscar 2025 a mejor guion adaptado ofrece un vistazo a una de las ceremonias más importantes de la iglesia católica. El ritual de Cónclave se caracteriza por ser una actividad secreta donde un cardenal es escogido para ser el siguiente papa. La película nos muestra este proceso que no es diferente a los votos políticos. De hecho, la película narra una historia que revela que el liderazgo de la iglesia católica es indiferente al liderazgo político. Lo que la película cuenta es que la lucha por ciertas ideas no se limitan en el ámbito político y social, sino que también toma lugar dentro de la misma religión. Si bien la fe católica suele estar aferrada a ideas tradicionales, esta misma tiene sus dos polos opuestos. Tras el fallecimiento del papa, los cardenales debaten cuál de ellos será el siguiente papa y es aquí donde descubrimos que los cardenales tienen ideas diferentes. El protagonista, Lawrence pertenece al lado que cree en el progreso y que se orienta más a un bando liberal, mientras que del otro lado se encuentran Tedesco y los cardenales que buscan devolver la iglesia a sus tradiciones más estrictas. Lo que la película es que el hecho de que un grupo de hombres comparta la misma fe, no significa que vayan a compartir las mismas ideas. Dentro de la misma religión se pueden encontrar personas divididas por sus ideas sobre el progreso y la tradición. Lo que sucede con los cardenales es muy similar a una batalla entre personas de diferentes bandos políticos y hasta salen a luz varios secretos que pueden ser utilizados para desprestigiar al rival. La iglesia católica siempre ha tenido sus secretos y sus siempre tienen algo escondido detrás de su imagen santa. Lo que la película plantea es el dualismo que todos los seres humanos tienen incluyendo aquellos que llevan una vida espiritual. Los sacerdotes y los cardenales siempre están vinculados con lo santo y lo puro, pero al ser seres mortales, también tienen sus propias ambiciones y eso puede llegar a chocar con la fe. El mismo Lawrence incluso recolecta información para desprestigiar a Temblay y otros rivales haciendo que él juegue sucio. Al principio lo hace solo porque sospecha de Temblay y aunque Lawrence no tiene deseos de ser el nuevo papa porque no se considera digno, sus acciones también llegan a ser tan cuestionables como las cosas que los demás cardenales han hecho a escondidas. Las intenciones de Lawrence tienen sentido porque no quiere que la iglesia se aferre a la falsa ilusión de pureza espiritual y solo quiere que el siguiente papa sea alguien consciente de su propia condición humana. Puede que las acciones de Lawrence desafíen la ética de la iglesia, pero se entiende el porqué. Lo cierto es que la película muestra que no es fácil encontrar a alguien digno de ser el papa y los cardenales no parecen ser dignos en su mayoría. De todos ellos se puede rescatar a Benítez que es el único cardenal que parece ser lo bastante competente para ser papa. Benítez demuestra tener esa amabilidad e inocencia que los demás cardenales no tienen y actúa como la voz de la razón. Al tratarse de un cardenal que ha estado en zonas peligrosas y ha mantenido su bondad intacta, este personaje es el más puro de los cardenales. Ni siquiera muestra interés en ser el siguiente papa y es claro que no es alguien ambicioso como el resto. Este personaje es prueba de que son pocas las personas dignas de la iglesia que se pueden encontrar entre muchos seguidores que confunden sus ideas con lo que la iglesia tendría que ser. Cónclave logra ser un ingenioso drama que muestra la debilidad humana que pueden tener las personas más devotas de la iglesia. No tiene acción y todo va a un paso bastante tranquilo, pero hay un sabor de suspenso e intriga presente por el deseo de saber quién va a ser el papa. Al tratarse de una lucha entre cardenales con ideas diferentes, hay un cierto nivel de tensión por la forma en que el futuro papa vaya a guiar a la iglesia de acuerdo a sus ideas. La intensidad yace en esa duda de quien será el nuevo papa y si la iglesia será llevada a una posible perdición. La película es intrigante desde ese aspecto narrativo y deja un giro argumental sorpresa que recuerda a uno de los escándalos históricos del Vaticano cuando una mujer fue papa. No hay discusión en que la película es una obra ingeniosa a nivel narrativo. Fue interesante que la película reuniera personajes de distintas naciones hablando su lengua nativa en ciertas ocasiones. Eso le dio una cierta riqueza en términos de diversidad. En lo cinematográfico la película cuenta con una excelente producción técnica. El vestuario y la fotografía son magistrales y hay escenas con buenos planos que capturan el lado artístico de la religión católica. Al igual que The Nun y The First Omen, está película una pieza de arte católico. Cónclave es un drama inteligente y sólido que se puede irar tanto por su calidad narrativa como por su lado artístico. Mi calificación final para esta película es un 9/10.

Notabilísima película que ha venido a la más rabiosa actualidad tras el fallecimiento del Papa Francisco I y que con un reparto y una ambientación absolutamente espectacular nos trae los entresijos y las intrigas palaciegas tras la muerte del Papa y todo lo que rodea a la organización del cónclave para elegir al sucesor. Ralph Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow, Isabella Rosellini o Sergio Castelito entre otros conforman un elenco que no puede estar mejor en una de las películas del 2024, sin duda.

Interesante y entretenida pero solo por el momento concreto que estamos viviendo.
La historia no me piya de sorpresa, es más, seguro que hay más sombras
Dejé de creer en la iglesia hace mucho tiempo, y según pasan los años más convencido estoy de que es como todo en esta mierda de vida, con más agravante ya por ser la iglesia, Poder, dinero, chantajes, pederastia... Etcétera etcétera etcétera etcétera

Cónclave (2024) - Edward Berger
Es la oportunidad de un Oscar para Ralph Fiennes que por desgracia no sé si obtendrá…
El Papá ha muerto y ahora toca el proceso de elección donde cada uno es peor que el otro.
Algo que siempre me ha sorprendido e intrigado es la Iglesia, su divino poder que concede la vida de un rey al que lo posee y como seres humanos, matamos por eso.
La película reflexiona de una manera sutil sobre la corrupción, las calumnias y otras muchas cosas dentro del ámbito religioso a través de un thriller inquietante que por desgracia no me ha terminado de intrigarme como me esperaba.
Visualmente no voy a negar que es preciosa, de lo mejor del año sin duda, planos muy simbólicos y claustrofóbicos para que consigas adentrarte en esa atmósfera de cuarentena.
Berger no supera su antecesora película, pero nos regala esta maravillosa obra al cine, con una trama realmente interesante y con actuaciones de 10, destacando la de Sergio Castellano, el cual no sabía de su existencia y me ha gustado mucho su papel.
Lo más criticable, su final, demasiado rebuscado en mi opinión y que se acaba resolviendo de una manera regular.

*Escrito tras su estreno*

Si no pasa lo que le ha pasado a Francis... esto no tiene el tirón que ha tenido.

Vestuario muy bien, pero esto ya venía implícito.

Historia que cuenta cosas que, por norma general, ya se saben, no descubre nada nuevo.

Está bien montada a mi parecer pero un guión muy muy plano.

Lawrence muy bien, los demás pues sin más, con el pedazo de escenario que tenían y como que no se han atrevido a dar un paso adelante ni a dar que hablar

Opinión.

TODOS SOMOS PECADORES
Una producción de alto calibre dirigida por el alemán Edward Berger, reconocido previamente por su impresionante adaptación visual y dramática de "Sin novedad en el frente". La narrativa, nuevamente envolvente con imágenes y sonido inquietante, se desenvuelve como un intrigante juego de poder político y sensibilidades eclesiales. Los actores principales —Fiennes, Tucci, Lithgow, Rossellini y Msamati— ofrecen interpretaciones impactantes que por sí solas justifican ver la película. Ofrece una mirada fascinante a las maquinaciones de la política vaticana, explorando una red de conspiraciones, luchas de poder y revelaciones. Aunque impecable en su ejecución formal, la película carece de la contundencia que podría esperarse de sí misma. Más efectiva que provocadora, resalta más en la forma que en el contenido. Aunque el final sorprende, lo hace solo parcialmente.

Película Inglesa del 2024, de una duración de 115 minutos, con una valoración personal de 7/10, bajo dirección del alemán Edward Berger, y guion de Peter Strauhan , consiguió más de 115 millones de dólares en taquilla con un presupuesto de 20 millones de dólares. Basada en la novela de Robert Harris.

Efectivamente, estamos ante una de las mejores películas de este año, la cual en general está tratada muy bien, aunque efectivamente hay pequeños detalles que no se ajustan aún conclave actual ornamentación, colorido, electos, etc., pero son cuestiones que se hace ante la vistosidad de la dirección. Tal vez el fallo de realismo es que normalmente, el rango de un cardenal es público, aunque el Pontífice puede reservarse hacerlo ‘in pectore’ (en latín, ‘en el pecho’), es un método por el que se mantiene en secreto este nombramiento, en principio por cuestiones de seguridad (por ejemplo, si su congregación está en un lugar donde los católicos sean perseguidos). Es cierto que existen los cardenales ‘in pectore’, pero si el Papa que lo ha nombrado no lo hace público antes de su muerte, el cardenalato expira. Por lo tanto, no sería ni elector ni menos aún nuevo Pontífice.

Técnicamente, juega con vistosidad a la perfección, con tomas con una variedad increíble, en todo momento te intenta situar entre los rincones y secretos personales del vaticano, aunque talvez un buen plano secuencia espectacular le hubiera dotado de más fuerza a la espectacularidad a sus estancias, salones, y realismo de la espectacularidad del sitio.

Su buena música perfecta, intrigante de thriller que la dota, que envuelve de emociones al espectador, a la perfección; a la que se le unen, la vistosidad de los colores que te atrapa en su juego, y los tonos de luz que ofrecen mensajes sin palabras a la historia.

La rítmica tal vez sea lo más flojo, lo que no significa que sea mala, sino uno de los puntos más atascados que podemos encontrar, pues es irregular y no consigue un crecimiento progresivo y rítmico, faltándole profundidad a muchas subtramas, como un final más espectacular, teniendo un final demasiado sosegado como si nada hubiera pasado en la elección, las persianas se levantan las puertas se abren y, la vida sigue tras la gran tormenta del conclave

Una narrativa sencilla perfectamente contada en un estilo clásico, pero con contenido rompedor que nos guía por detalles y secretos del Conclave, así como presentarnos las dudas de fe, debilidades personales, errores del pasado, ambiciones, soberbias, miserias que nos presenta cardenales humanos con sus errores, ante sotto voce en el juego táctico por el papado. Al thriller le quizás le falte más misterio y fuerza en su ajuste y ambición de género, y ante ser un metraje que podía haber aspirado a más.

El toque intersexual y el protagonismo femenino, no dejan de ser florituras modernista de la novela, que personalmente me parece estar metida de una forma forzada. Buenos dota a la historia de unos matices transgresores, haciéndola diferente; pero sin ellos tampoco le hubiera faltado nada, pues la misma lucha fratricida del poder conlleva contradicción, escándalo, y denuncia.

Puesta de escena maravillosa, se caracteriza por su suntuosidad y la atención a los detalles, incluyendo la ambientación en Roma. Quizás a la trama le falte más contar, como se construye y quienes componen los distintos grupos, moviéndose y cambiando hasta la elección menos esperada.

La interpretación es aceptable en la mejor interpretación de Ralph Fiennes (Lawrence el camarlengo), aunque en líneas generales no es nada del otro mundo, ya que lo visual se come mayormente al diálogo, su director pretende que descubramos y sintamos, emocionándonos por el sentido de la vista, que por los diálogos. Los distintos candidatos recoge las distintas posturas, mostrando una iglesia diversa en su postura y enfrentamientos.

Cónclave” es un thriller de intriga que nos sumerge en los secretos y tensiones del Vaticano.

Lo que realmente destaca en la película es la actuación de Ralph Fiennes, quien da vida a un personaje complejo y profundo. Su interpretación es fascinante, llevando a los espectadores a explorar la política interna de la Iglesia, donde el poder y las decisiones no solo se juegan en la fe, sino también en los intereses personales y la moralidad.


"Cónclave” es una obra inteligente que no solo entretiene, sino que también invita a reflexionar sobre la moral, el poder y los dilemas personales dentro de instituciones llenas de historia y secretos.

Hollywood está tan corrompido que una película no puede llegar a los Oscars si no lleva adoctrinamiento en vena, como esta. Y no ha ganado el Oscar a Mejor película porque es muy mala...

Basada en la novela de Robert Harris, el principal valor de esta película es que se te pasan volando las casi 2 horas de tramas vaticanas. Y qué oportuna esta historia, a tenor de la salud del actual Sumo Pontífice, que le ha llevado a permanecer en ingreso hospitalario. Tenía ganas de ver lo nuevo de este director: Edward Berger, después de su anterior trabajo y mi favorita a ganar el Óscar hace dos años, «Sin novedad en el frente«. No me decepcionó en absoluto. Es más, me identifico con el carácter rebelde de su última trayectoria. En la película anterior, nos exponía un antimilitarismo con el que me identifico. En este, nos muestra un anticlericalismo que refleja la postura adoptada por muchos de nuestros lectores, quizás hasta yo mismo, si me apuran un poco.

            Una de las cosas que más valoro de este director es el esfuerzo en los planos. Muy cuidado y meticuloso, combina los planos tradicionales, los que nos enseñaron en la escuela de cine, con unos travellings cámara en mano que son una delicia. Ya los habíamos visto en su película anterior y nos los muestra en esta. Aunque si en aquella había bastante acción, aquí cotizo hacer una película con un ritmo que te atrapa, cuando muchas de sus secuencias están cargadas de silencios. Esos silencios que retumban como un grito, algunas veces. Valorables, también, esos primeros planos al protagonista Ralph Fiennes. Quizás, plano a plano le fue regalando una nominación al Óscar.

            Sin haber visto todas las películas, no veo claro ganador de la estatuilla a este actorazo que siempre me ha encantado. Ya estuvo nominado por «El paciente inglés» (Anthony Mighella, 1996) y por el que yo le hubiera dado con gusto, «La lista de Schindler» (Steven Spielberg, 1993), en el papel de Amon Goeth, el oficial nazi. Aquí, la conversión del personaje a través de la película es evidente. Su personaje, el Cardenal Lawrence, va pasando de la neutralidad de gestos en los momentos iniciales en que le encargan organizar la elección de un nuevo Papa, por toda una amalgama de emociones conforme va viendo las guerras y trucos sucios que emplean los Cardenales con el fin de obtener el preciado trono de Roma. Destacar que esos primeros planos del actor, mirando casi toda la película hacia abajo, me encantan.

            Otra de las nominaciones recae en el papel secundario de Isabella Rosellini. Brillante. No he visto a todas sus competidoras, pero no creo que pueda hacerle sombra al papel de Zoe Saldaña en «Emilia Pérez» (Jacques Audiard, 2024). Y en los apartados artísticos y de vestuario, tampoco creo que impresione tanto como «Wicked» (Jon M. Chu, 2024) o «La sustancia» (Coralie Fargeat, 2024).

            La única cosa que me desencuadra un poco de esta cinta es su carácter subjetivo, llevado al exceso hasta hacerse tan evidente que desmerece. Que los candidatos de tendencia conservadora sean reflejados como los malos de la película y los progresistas como los salvadores del mundo es una lectura que muchos tenemos de una iglesia que debería colocarse más en la labor apostólica y social que muchas veces parece que ha perdido en épocas pasadas. Pero el radicalismo mostrado por la visión del autor, a ratos, me parece un poco desmedido. Y en su favor, que el hilado de la trama principal (la elección del nuevo Papa) y las tramas secundarias creadas a cada votación de los cardenales hasta que es elegido el nuevo pontífice está hilvanado con una perfección que hace que no haya momentos de tregua entre las guerras de los clanes clericales que actúan como auténticas mafias.

            Y bueno, sin intentar hacer spoiler, el final no me parece acorde a todo lo realista que parece el resto de la historia. Aunque, visto lo visto en las últimas elecciones, aunque pudiera pasar, no me lo creo del todo.

NOTA: Entretenida e instructiva. Dos horas bien echadas… le pongo un 8.