Un interesante biopic en formato de docudrama que nos descubre a la sensibilidad y el amor por la música del creador Mauricio Aznar, un rockero mano de los noventa, el cual conjugó el amor por la música en su experiencia entre dos mundos diferentes.
El debut de su director, el zaragozano Javier Macipe sumerge su trabajo en una sanísima duda sobre si lo que se está viendo es una ficción, o se trata de un docudrama (rodado en Argentina con actores no profesionales y familiares del personaje implicado). Por lo que nos despierta el interés y la duda de que parte de ficción y realidad hay en esta sentimental historia.
El largometraje está dotado de un habilidoso juego por parte del director para provocar, ante una narrativa poco habitual, con cambios en el punto de vista o rupturas en el tiempo y espacio. Incluso muestra la tramoya haciéndolo parte de lo que se cuenta, o altera los códigos cuando el protagonista se dirige a alguien y anuncia al momento actual, algunos incluso descubrirán a Mauricio Azar, en una buena caracterización en una estupenda actuación, que nos tocará la fibra de las emociones. Con una puesta en escena con mucho oficio, que dota de nivel a Macipe.
Pepe Lorente el actor que encarna a Mauricio Aznar, resulta determinante. También lo es gracias a un reparto donde la mayor parte del casting argentino está constituido por de la familia Carabajal que se autointerpretan. El resultado deslumbra por su frescura, su profundidad y su extraña serenidad. A diferencia de tanto paternalismo de músicas autóctonas, en La estrella azul, un guitarrista aprende a transformarse en un guitarrero al tiempo que comprende que no es uno quien busca a la muerte, sino que es la muerte la que te encuentra en su camino, dos frases del filme que nos encuadra la historia y sus personajes.
La película es una historia de descubrimiento, no solo por su argumento, sino también en su propio proceso de realización. Y Macipe lo consigue articulando con elegancia el guion, dotando el metraje de frustración, recubrimiento, amor, sorpresa, y solidez de un artista. Estamos ante una producción sencilla, pero amable y bien cuidada, con momentos musicales logrados y con mucho sabor popular.