Su majestad
Críticas de s
Críticas de Medios
Nota media
3,3
15 notas
¿Tu opinión sobre Su majestad ?

1 Crítica del 6i1y30

5
0 crítica
4
0 crítica
3
0 crítica
2
1 crítica
1
0 crítica
0
0 crítica
Ordenar por
Mejores críticas Últimas críticas s que han publicado más críticas s con más seguidores
Martin Oaks
Martin Oaks

150 s 174 críticas Sigue sus publicaciones

Crítica de la serie
2,0
Publicada el 8 de marzo de 2025
La serie arranca con una intención clara de transgredir en el relato con un tema tan sensible en nuestro país como es la monarquía, a mi juicio un concepto claramente medieval, superfluo y antidemocrático al que todos debemos pleitesía, pues somos unos súbditos. Así que, deambulando entre la típica comedia gruesa española de siempre y la acidez narrativa, donde la realidad parece que ya ha superado a la ficción, por un momento me ha dado la sensación de que, con Amazon Studios, por fin se puede hacer broma de la ignominia más recalcitrante que afecta a la Corona desde hace ya décadas, sin acabar vetado, censurado o, simplemente, en la cárcel (aún hay raperos encerrados por escribir canciones en las que se atrevían a “diagnosticar” que el emérito Juan Carlos I “supuestamente” robaba a manos llenas…). Los gags tales como el “yo hago y deshago a mi puta bola” o el hilarante episodio de los jueces del Supremo yéndose de marcha ebrios de poder y alcohol, al más puro estilo Torrente, no es en verdad ningún paradigma ficticio o novelado, sobre todo si, simplemente, recordamos el contenido de algunos Whatsapps de un grupo de magistrados, filtrados hace ya un tiempo, o básicamente recuperamos algunos tuits de los altos mandos del poder judicial posteando barbaridades contra los “enemigos de España”. Siempre amparados por seudónimos, por supuesto. La exposición jocosa del episodio, que incluso transmite cierta simpatía y un toque de humor británico, es solo un espejismo de lo que nos espera más adelante, donde finalmente se adopta un carácter más intimista e introspectivo entre los personajes y, por lo tanto, un intento de blanquear definitivamente a la propia institución, transmitiendo lo sensible y buena persona que es en realidad la futura reina, y lo “poco ejemplar” que era su padre, con una red de “picaderos” por toda la ciudad, o decenas de millones en paraísos fiscales. Es entonces cuando comprendo porqué esta serie no ha sido eliminada de la parrilla de Amazon o, incluso, porqué le sirve a Zarzuela como icono publicitario para vender la supuesta “nueva cara” de una “reformada” realeza, bajo el inevitable foco de una sociedad cada vez más desconcertada y desconectada de un organismo obsoleto que se resiste a desaparecer.