
13 años de emisión de Pesadilla en la cocina se traducen en nueve temporadas con casi un centenar de restaurantes pidiendo ayuda a Alberto Chicote. Muchos de ellos consiguieron salvarse de la quiebra, incluso convertirse en locales de moda, pero otros han tenido el peor de los finales con su cierre. Sin embargo, también hay otra opción que muchos espectadores no suelen contemplar: el traspaso.
Esto fue lo que sucedió con El sitio, un restaurante de Huelva que participó en la última temporada del programa de laSexta. La entrega fue emitida el 8 de octubre de 2024 y dos meses después los dueños decidieron traspasar el negocio. "Con el corazón lleno de gratitud, despedimos este capítulo de nuestra historia. Han sido años maravillosos, llenos de risas, sabores y recuerdos. Gracias a cada uno de ustedes por hacer de este lugar un hogar", comunicaron en sus redes sociales.

"Este espacio que tanto queremos permanecerá alquilado bajo una nueva istración", sentencia dicho comunicado. De esta forma, El sitio tiene ahora nuevos propietarios para que sigan con la buena acogida del restaurante. Los últimos meses había mejorada sus valoraciones en diferentes páginas como Google o TripAdvisor, gracias a la calidad de la comida. "La cocina es muy buena y si comes bien repites. Los clientes vuelven por eso, no por Chicote", señaló José Antonio a Las Provincias.
Una experiencia que mejor no recordar 3t2g5r
¿Y cómo fue su paso por Pesadilla en la cocina? El propietario explicó en la mencionada entrevista que "la grabación fue mal". "Esto es un guion, no es lo que pasa en la realidad. Después del servicio nos sentaban uno a uno, teníamos que decir palabras fuertes", comentó José Antonio, quien señaló que llegaron a estar "tres horas grabando" y "hasta que no saliera la frase que ellos tenían en el guion no te soltaban".
"Iban buscándote, y yo soy más pacífico, no estoy acostumbrado. Y si no llegas a ese nivel, no vale", señaló el propietario. "El salón lo dejaron muy bien, quedó muy bonito. la cocina y la barra no la tocaron. La plantilla lo pasó mal. Estaban llorando por la impotencia, y no paraban de decir 'me voy, me voy", sentenció.